DESPUÉS DE LA TORMENTA . . . .3
Demasiado sutil y cotidiana pero preciosa.
Nunca me entusiasma Kore-Eda pero he de reconocer que hace un cine con una sutilidad, serenidad y delicadeza oriental realmente admirables.
Esta vez riza el rizo en lo cotidiano, tierno y sensible y le sale una obra, puede que algo morosa y cotidiana, pero deliciosa. Un Capra japones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario