Hermosa, interesante y desigual
Una película muy difícil de realizar, formalmente bellisima y emocionante. Coixet vuelve a demostrar su talento y sensibilidad y podía haber hecho una obra espléndida si no se pierde durante demasiado tiempo en los momentos íntimos entre las protagonistas, que acaban siendo pesadisimos y algo pretenciosos.
Desde que la directora hizo estas declaraciones, se convirtió en un referente para mi:
En la colección de ensayos Roma, Nápoles, Florencia , Stendhal da una de las más bellas definiciones de patria, al menos una de las pocas con las que sí me identifico: La verdadera patria es aquella en que encuentro más personas que se me parecen. En esa verdadera patria que a lo mejor no existe, no hay banderas (ni grandes ni chicas), se hablan todas las lenguas y nadie se cree mejor o peor por haber nacido un cachito mas acá o mas allá. Y desde luego, nadie se aferra a la idea de patria para machacar al prójimo.
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