BLANCANIEVES . .
. . 3,5
Valiente y hermosa
Formal y plásticamente es
deslumbrante, es una muestra de valentía impagable rodar una vez mas cine mudo
y en BN, tan difícil de vender.
La producción roza lo perfecto,
fotografía, música, montaje y actores están impecables y el resultado es de una
belleza solida e inteligente.Otra cosa es el planteamiento y la resolución de la historia, de esta versión de un cuento tan conocido.
La primera media hora es apasionante, divertida y asombrosa pero a partir de ahí se convierte en algo demasiado expresionista y quizás un punto trascendente buscando la obra profunda y maestra.
Las comparaciones seran odiosos (pero a mi me encantan) y aunque tiene, en lo formal, la altura de su antecedente The Artist, me temo que los resultados de taquilla van a ser muy inferiores, la vitalidad y alegría que tenia la primera se convierte en algo demasiado oscuro en esta.
En cualquier caso creo que es de vision obligada, sin duda.
7 comentarios:
Vamos Atticus, no me digas que no es una absoluta maravilla. Sólo juega en su contra que el factor sorpresa, por desgracia, lo perdió con el estreno anterior de la francesa.
Pero para mí tiene más mérito que The Artist, porque en aquella (también maravillosa) se hacía un homenaje al origen mudo del cine, mientras que ésta ES cine mudo en estado puro.
Pues tienes razon,lo del factor sorpresa ha sido letal.... y la falta de alegria tambien
un abrazo maestro
PP
¿Y salen los siete enanitos?
A ver cuándo la veo, cracks.
Saludos.
¡Qué alegría me da, veros a los tres en conversación!
Besos.
¿Donde y como estas Luna?
Estoy en Madrid, bien y no os pierdo de vista, así que, ...portaros bien. O mal. Según os apetezca. Besos.
Un homenaje al mejor cine mudo, a Buñuel, al neorrealismo, al 'kisch' trianero, a Robert Capa, a Tod Brow
ning y a qué sé yo. Una producción de cuidadísimo diseño (Alain Bainée), portentosa fotografía (Kiko de la Rica) y música extraordinaria (Alfonso Vilallonga), con guión y dirección ejemplares de Pablo Berger, y con magistrales actores secundarios (de Ángela Molina a Josep Maria Pou o Ramón Barea), en cuyo guión solo he visto dos pequeñísimas motas de polvo: la muerte de la madrastra, resuelta con la sombra de un toro y que creo que requería una secuencia de mayor acción; y una escena algo estúpida en la que el chófer y amante Genaro (Pere Ponce) sustituye al galgo de de la madrastra en una sesión de posado para un retrato, saltándose el tono comedido de la narración. Por lo demás, chapeau. Si la producción se les ocurrió antes de "The artist", el equipo tuvo que conocer el mayor desaliento del mundo al estrenarse aquella. Si se les ocurrió después, no hay nada más alejado de una secuela, salvo por lo que tiene de homenaje al mejor cine.
Publicar un comentario