DON JON. . . . 2
Perfecta para terapeutas
sexuales.
Contar una patología de este
tipo, la adicción enfermiza al sexo, puede hacerse con talento como hizo Shame,
o limitarse a lo mas plano, escandaloso y básico de la cuestión.
Lo malo no es utilizar el
lenguaje mas soez posible y filmar escenas subidas de tono, ya que lo que
pretende y consigue bien , es presentar un submundo enfermizo y real.El problema es un pésimo guion reiterativo hasta la saciedad que acaba aburriendo por su absoluta falta de sutileza y que encima pretende arreglar con una parte final ridícula y poco creíble.